viernes, 4 de abril de 2008

Lastima soviñón

Los puristas del género sabrán disculpar: lo que sigue no es un cuento ni nada parecido. Es un viejo "poema telúrico" que hice algún tiempo atrás mientras jugaba a crear versos consonantes al estilo de mi admirado "Martín Fierro" (para copiar, hay que copiar a los grandes...) Supongo que el conflicto del campo me recordó esta veta campera que tenía olvidada.

"Lastima soviñón" o "Mamaos eran los de antes"

Vengo a contarle amigazo
un tema que me atormenta
no es algo que sé de mentas
ni leí por fotocopias
yo lo viví en carne propia
y en esta copla se cuenta.

Llegué por trámites varios
desde el campo a la ciudad.
Por hambre y necesidá
busqué algún tugurio abierto
el barrio estaba desierto
y dentré en un restó-bar.

Le hago una seña a la moza
para pedirle de entrada:
“quiero bife y ensalada”
y ella repite sin verme
“¿medallón de carne magra
sobre colchón de hojas verdes?”.

Aunque dudo no discuto
el garguero me reclama
y pido vino a la dama.
Me pregunta cuál prefiero
sin vacilar yo requiero
¿no hay vino de damajuana?

Por no largarse a reír
disimula al contestar
que si quiero aprovechar
hay una degustación.
Yo acepto la invitación
y ella me lleva al “wine-bar”.

En el medio del salón
un grupo de diez señores
hablaban como dotores
de la acidez y el cepaje
taninos y maridaje
crianza y polifenoles.

Soy gaucho y entiendanló
para mí el vino el sagrado
pero estos tipos trajeados
que se la daban de finos
nomás olieron el vino
y estaban todos mamados.

Unos levantan la copa
viendo a trasluz el color
si para mí eso es bordó
para ellos es rubí
y ni siquiera entendí
lo del "buquet seductor".

Otro que cierra los ojos
describe un sabor ceniza
frutos rojos y vainilla
pero el ñato no ha notado
que el líquido que ha tomado
es agua de la canilla.

Si se me traba la lengua
queriéndolos pronunciar:
malbec, syrah, pinó nuar
o cabernet soviñón
ni rastros de aquel carlón
que el viejo me sabía dar.

Abrumado prendo un pucho
sin sospechar cosas piores
con sus modales mejores
me dice un mozo del bar
“acá no puede fumar
es sector no fumadores”.

Si le digo la verdá
se me quitaron las ganas
con tantas muecas ufanas.
En eso veo un mocoso
que con sus dedos roñosos
se asoma por la ventana.

Me pregunto si este pibe
después de ver esta escena
tendrá morfi en la alacena
pero aunque parezca urgente
en este lugar decente
mi duda resulta obsena.

Así que me fui nomás
sin el vino y con la angustia
de sentir cual flores mustias
que la realidad es otra
hoy el vino es una industria
que por todos lados brota.

Un negocio que disfraza
de vivaracho al más opa
Y aunque no entienda ni jota
si tiene guita y afán
de parecer un bacán
únase a algún club de copas.

Pero no cuente conmigo
este gaucho se retoba
ante la farsa y la moda.
Y aunque usté no me lo crea
yo terminé en la vereda
con un pancho y una coca.